Por Delfina Acosta
Todo invento es digno de celebración. Cuando llegó a dar con la invención de la luz eléctrica, el genial Benjamin Franklin, el mundo entró en un movimiento de iluminación y el sistema industrializado se vio en estado de rápido crecimiento. Hoy por hoy las redes sociales son generadoras masivas de acontecimientos inesperados y movilizan a los seres humanos a protagonizar los más diversos desafíos.
Es bueno que vaya en aumento la cantidad de usuarios.
Su participación activa tiene gran incidencia en las áreas políticas, sociales, deportivas, humanas, etc.
El mundo está más que comunicado.
Los que intentan dar su parecer sobre una situación de naturaleza política lo hacen y abren a veces valiosos canales para la reflexión, el análisis y el debate.
Las redes sociales cumplen acabadamente con la libertad de expresión que tiene el ser humano. Si por alguna razón, algunas vías de expresión resultan incompetentes o directamente están obstruidas, las personas se manifiestan a través de su muro de facebook, entre otras opciones.
Bien se sabe que a esta altura no solo es una costumbre, sino una necesidad para la gente sentarse frente a su computadora y expresar lo que le venga en ganas. He ahí la gran receta.
En la medida que los usuarios manifiestan lo que piensan se abre un gran abanico de comunicación donde se encuentra de todo.
Y todo es todo.
A la gente nos compete saber cómo está el país, qué poder hacer para mejorarlo desde nuestras humanas posibilidades.
En muchas ocasiones nos encontramos no solamente con los atolladeros de un mundo que quisiéramos solucionar, sino también con la marcha de sucesos nacionales donde la intervención a través de las redes es más que necesaria. Muchas son las personas que no quieren saber nada de ellas.
Argumentan sus comprensibles razones.
Pues bien, están en todo su derecho. Y no hay más nada que agregar al respecto.
El libre albedrío toma la delantera siempre y los hombres y las mujeres manejan las decisiones que le parecen las acertadas.
Cuántas causas injustas han sido y siguen siendo señaladas por miles de usuarios obrando como una fuerte manera de presión en las autoridades de turno.
A esta altura de las circunstancias es ultra lógico decir que las redes constituyen un poder mundial que va en crecimiento ilimitado.
Por otra parte, cuántos amigos de la infancia y parientes a los que uno ha dejado de ver vuelven a través de las laberínticas pero siempre prodigiosas e inesperadas rutas de la internet.
Lo insólito, los adelantos científicos de los países, los escándalos mediáticos, las picardías, las circunstancias polémicas, la literatura en sus más variadas expresiones, conforman un gigantesco escenario virtual.
Y ese escenario se renueva día tras día generando las más variadas expectativas en millones de personas.
Con sus equivocaciones, sus luces y sus sombras, las redes sociales siguen avanzando.
Y mostrando hasta dónde llega la posibilidad que tiene el individuo de hacer valer su opinión, su actitud en un mundo donde lo triste, lo negativo es la indiferencia radical hacia los problemas de la sociedad.
delfina@abc.com.py